Tanto en la política como en la
actividad gremial, el hecho de pensar diferente no nos puede convertir
en enemigos. Debemos recordar que en principio cada ser humano es un
"individuo" y como tal, tiene diferentes formas de pensar, sentir y
actuar, como bien lo describe Elaine de Beauport en su obra: Las Tres
Caras de la Mente. Se trata entonces de buscar un punto de equilibrio y
de reconciliación, donde prevalezcan el respeto y la tolerancia, dos
palabras que al parecer debemos poner en práctica en nuestras relaciones
interpersonales.
Es normal, que existan discrepancias en
los equipos de trabajo, recordemos que los problemas al igual que las
"diferencias" siempre van a estar presentes a lo largo de nuestras
vidas, lo importante en este caso es saber cómo vamos a reaccionar ante
tales eventualidades. No podemos caer en el error, de excluir o
desprestigiar a otras personas, sólo porque su opinión en un momento
dado no sea conveniente para "ciertos" intereses, más aún si se refiere
a un gremio profesional, donde se supone debe prevalecer el diálogo y la
cordialidad entre sus miembros.
Cuando se lideran
organizaciones independientemente de su naturaleza, se debe tener
especial cuidado en este tipo de aspectos, pues el "líder" debe procurar
y fomentar un ambiente de confianza y respeto mutuo, para que todas las
ideas, aportes y planteamientos, puedan ser discutidos y analizados en
un plano de objetividad y criterio profesional.
Sobre este
particular, el Código de Ética Profesional del Licenciado en
Administración de Venezuela, uno de los mejores desarrollados, según la
opinión de varios expertos y conocedores del tema, plantea aspectos
interesantes dentro de su sistema de valores, en los cuales resume
la vida gremial, bajo los siguientes postulados: Visión, Misión,
Compromiso, Espíritu Democrático, Pertinencia, Autogestión, Excelencia,
Calidad de Vida, la Naturaleza, la Creatividad, la Cooperación, la
Autocrítica y la Ética.
Ahora bien, cuando se habla de Espíritu
Democrático, se desprenden conceptos tales como: igualdad, justicia y
respeto a la divergencia, los cuales sólo son posibles cuando se
respetan las reglas del juego, las normas y procedimientos, así como los
canales regulares; elementos que en algunas ocasiones se pasan por alto
cuando los supuestos líderes, unos elegidos, otros impuestos, toman
decisiones de manera unilateral sin tomar en cuenta las consecuencias
que sus actos puedan generar no sólo en la institución gremial sino en
el clima organizacional de la misma.
Cuando se habla de
gremio, generalmente nos referimos a unidad, a un equipo de trabajo que
gira alrededor de un mismo propósito (El bienestar común), en este
caso un desarrollo y crecimiento no sólo profesional sino hasta personal
y cultural, es por ello que no se debe permitir que otros intereses
afecten este sublime propósito. La envidia, el egoísmo y la competencia
desmedida, sólo son de almas póbres, de seres que necesitan ayuda y de
una orientación que les permita utilizar su energía en cosas más
productivas.
Vivimos tiempos de cambios, tiempos de
transformación. Es momento de sumar y no de restar. Cada uno de nosotros
somos responsables de lo que nos sucede, de lo que tenemos y de lo que
queremos. Los protagonistas sólo existen en las novelas, en la vida real
sólo existen personas como tú y como yo, personas con debilidades pero
con grandes fortalezas, así que recuerda siempre: ¡Pensar diferente, no
nos hace enemigos!
Hasta un próximo encuentro,
Lcdo. Rafael Carta de la Guardia.Licenciado en Administración de EmpresasVenezuela
@Rafael_Carta
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