miércoles, 9 de enero de 2013

Pérdida del valor de la moneda hace que el venezolano la bote

Pérdida del valor de la moneda hace que el venezolano la bote
 La falta de sencillo es una constante.
 Beatriz Rojas
brojas@el-carabobeno.com
Un anciano de unos 95 años aproximadamente va por la calle y en el piso ve una moneda de un bolívar. Al principio pensó recogerla, pero después siguió caminando, y dijo en voz alta “No vale la agachada”. 
Con esta anécdota el economista y docente de la Universidad de Carabobo, Pablo Polo, intenta graficar que realmente lo que ocurre en el país es que el bolívar ya no es tan fuerte, la economia dejo de ser fuerte, y el pais tampoco es fuerte economicamente.  En su opinión, es tan poco el valor de las monedas, que la gente las desecha y prefiere no cargarlas encima. 
Quienes a diario realizan alguna transacción comercial, o simplemente pagan el pasaje en el transporte público, se habrán dado cuenta que poco a poco fueron saliendo de circulación las monedas de baja denominación. “Qué pasó con mi vuelto” y “Te debo el vuelto porque no hay sencillo” son expresiones que ya se vienen haciendo costumbre, con las consecuencias negativas que esto genera para la colectividad en general. 
En Venezuela la reconversión monetaria fue aprobada el 6 de marzo de 2007 y entró en vigencia el 1° de enero del año siguiente. La ciudadanía estaba entusiasmada por conocer el nuevo cono monetario, pero se acostumbró casi de inmediato a manejar los billetes, pues las monedas comenzaron a circular tiempo después. 
El mismo hecho de que durante tres años se permitiera el curso legal de las dos denominaciones monetarias (las nuevas y las de antes de la reconversión), tal vez hizo que la gente sólo le diera importancia a las primeras. 
El 31 de diciembre de 2011, por decisión del Banco Central de Venezuela, salieron de circulación los billetes de Bs. 50 mil, 20 mil, 10 mil, 5 mil y mil, así como las monedas metálicas de Bs. mil,  500, 100, 50, 20 y 10. Como parte de la reconversión monetaria, a todos los billetes les fueron eliminados tres ceros, y las monedas con legal circulación fueron las de un bolívar, 50 céntimos, 25 céntimos, 10 céntimos y cinco céntimos, esta última de color ocre diferente a las demás y que por cierto fue la primera que la gente comenzó a desechar porque prácticamente no tenía ningún valor. 
Lo cierto es que ya no se consiguen monedas cuyo valor es inferior a los 50 céntimos, al punto de que muchas personas ni siquiera las reconocen con sólo verlas, pues nunca tuvieron una circulación realmente efectiva. 
Polo sostiene que lo normal es que toda economía tenga un cono monetario íntegro, con todas las denominaciones fraccionarias que permitan que haya precios con esas fracciones. 
El especialista piensa que posiblemente mucha gente tenga en su casa alcancías repletas de monedas de baja denominación, por lo que prácticamente están fuera de circulación porque no están siendo objeto de intercambios. 
El director del Instituto de Investigaciones de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UC, sostiene que el costo de reposición de las monedas es bastante elevado, por lo que el Banco Central de Venezuela prefirió dejarlas de elaborar. Cree que el problema no es la moneda en si, sino la pérdida de su valor. 
Esta apreciación de Pablo Polo es evidente en la cotidianidad, pues hasta para las personas que piden colaboraciones en la calle resulta un insulto que alguien les dé un bolívar. Algunos limpiadores de parabrisas, hasta le tiran la moneda encima al cliente que se le ocurra dar una moneda de esta denominación. 
Veinte céntimos de ahora, equivalen a 20 bolívares de antes, con la diferencia que anteriormente una persona podía almorzar con esa cantidad y le sobraba dinero, pero ahora no puede comprar ni un caramelo. 
Dolor de cabeza
Mercedes Oviedo tiene una venta de comida por peso, y según comenta se le han presentado varios inconvenientes con algunos clientes, por los céntimos que se reflejan en la báscula y no puede dar el vuelto correspondiente por falta de sencillo. 
La dama comentó que por lo general aplica el redondeo, a pesar de que muchas veces implica pérdida para el negocio, pero debe evitar confrontar a los clientes por algunos céntimos. http://www.el-carabobeno.com/

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