domingo, 18 de septiembre de 2011

Gerencia en Acción

Gerencia en Acción
El decálogo de los líderes emprendedores
CHICHÍ PÁEZ

"Sus sueños son las alas de su pensamiento; elevan su pensamiento por encima de los lugares comunes y lo ordinario. Las creencias y la dedicación motivan, pero los sueños inspiran".

J. Gardfield

Ningún vencedor avanza en medio de las circunstancias adversas de la vida, a menos que aporte una alta cuota de esfuerzo. Si se avanza, con decisión, valentía y esfuerzo, no sólo se asegura que se superen los obstáculos, sino que, además, se puede estar preparando para llegar a nuevos niveles: nuevas dimensiones. Los vencedores son hacendosos, no estáticos. Siempre tienen nuevos proyectos que emprender. No se resignan.

Se tiene clara la diferencia entre un "fracasado" y un "gran emprendedor". Si todavía no la tiene, a continuación se enumeran los diez atributos que los hace ver desiguales a los demás y que los lleva a tener éxito. No se trata de una fórmula rápida, mucho menos de una varita mágica que pueda proporcionar lo que las personas anhelan y sueñan; simplemente, son estrategias y acciones que pueden llevar directo al éxito. Dichos atributos pueden ser considerados como índices de productividad personal.

1. Creer que se puede. Esencial es tener una actitud de éxito para poder dar los primeros pasos. Esta creencia de ser capaz de conseguirlo se extiende a su producto y empresa. Son muchos los que aún no se lo creen y no pueden representar fielmente a su organización ni a su producto. Aquí sólo hay una solución, tiene que haber una dedicación diaria de autoayuda, animarse uno mismo y hablar siempre en forma positiva. Buscar esos puntos positivos de la persona como tal, de la organización o del producto.

2. Crear un entorno. Si les dijera que mañana se morirán, ¿que harían? Tal vez responderían que se quedarían aún pensando en el trabajo de mañana, o que buscarían a quienes más quieren o... ¿disfrutarían de lo que más les gusta". Si no se busca un entorno adecuado en el hogar o un lugar en el trabajo, se ahogarían y de nada ayudaría seguir con esa actitud de olvido (de dejadez). Tienen una familia, una esposa o esposo, compañeros que les apoyan seguramente y les harán más fácil el camino. Se tiene que oxigenar el alma, así que sólo la persona en forma individual y nadie más tiene que crear ese entorno.

3. Relacionarse con personas adecuadas. ¿A quién conoces? ¿Está la persona en forma individual haciendo relaciones con personas exitosas para el crecimiento personal? Se debe reunir con personas que tengan éxito, unirse a grupos, asociaciones triunfadoras. Alejarse de las personas dañinas, aquéllas que parecen ir a un lugar indeterminado. Tener un mentor o más. ¿Con quién se reúne?

4. Abrirse lo nuevo. Si no se aprende todos los días, competencia lo hará. Hay que recordar que la información nueva es esencial para el éxito, a menos que seas como la mayoría de los emprendedores que se creen que lo saben todo y si es así... ¡vaya suerte que tienen! Las personas emprendedoras aún siguen aprendiendo cada día a dormir, aunque tengan algo importante por leer. ¿Cuánto tiempo emplean las personas para aprender algo nuevo?

5. Planificar cada día. Será mejor que las personas estén dispuestas cada día porque no saben qué día se producirá el éxito. Hay que formular los objetivos y con detalles para conseguirlos. Hay que recordar que el aprendizaje y los objetivos de cada día son métodos seguros para llegar al éxito.

6. Hacerse valioso. Cuanto más valiosas se hagan las personas, más se recompensarán en el mercado. Hay que dar primero sin olvidarse que hay que dar todo lo que se pueda, sin esperar galardón. Las personas tienen que insistir que la conozcan como un factor, no como un recurso. El valor personal está ligado al conocimiento individual y a la disposición para ayudar a los demás.

7. Tener las respuestas que necesitan tus clientes actuales y tus clientes potenciales. Cuantos más problemas se puedan resolver, más fácil será el camino hacia el éxito. Los clientes potenciales no quieren hechos, quieren respuestas. Para disponer de tales respuestas, las personas deben tener un conocimiento superior sobre lo que hacen y han de aplicarlo y explicarlo en términos tales que los clientes sepan valorar lo que se hace.

8. Reconocer y aprovechar la oportunidad. Tienen que permanecer en alerta para las situaciones que pueden crear oportunidad de éxito. La clave poco conocida es tener y mantener una actitud positiva: ¡dormir con un ojo abierto!. La actitud permite ver las posibilidades cuando se presenta la oportunidad. Primero, se reconoce. Segundo, se actúa en consecuencia. No se puede perder de vista que la oportunidad se esquiva (por eso "la pintan calva", si pasa... no hay cola de la cual asirla). Siempre existe, pero pocos la pueden ver. Algunas personas le temen porque implica cambios. Y la mayoría de las personas no se cree ser capaces de aprovecharla.

9. Asumir la responsabilidad. Todos culpan a los demás en un agrado u otro. Culpar a los demás va ligado al éxito en proporción inversa (Adán culpó a Eva y ésta a la serpiente, pero... ninguno quedó en el edén). Cuanto menor sea el grado de culpar a los demás, mayor será el grado del éxito que se consigue. Las personas tienen que hacer el trabajo por ellas mismas, sin importarles de qué se trate. Echar la culpa a los demás es algo mezquino y la mayor pérdida de tiempo que se pueda tener. Acusar a los demás es fácil, pero no lleva más que a la mediocridad. Las personas que triunfan asumen la responsabilidad de todo lo que hacen y todo lo que les ocurre.

10. Actuar. Las acciones suponen la única forma de unir con satisfacción los planes y los objetivos. Nada ocurre hasta que no se haga algo para hacer que ocurra cada día: sólo en el diccionario, "éxito" está antes que "trabajo".

Lic. Víctor Castillo
0212-4192204 / 0412-9997237

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